Eduardo y Yuliana se conocieron en la escuela secundaria. Constanza y Pablo asimismo. Los primeros vinieron desde Perú siguiendo el sueño de sus familias y se rencontraron acá. Los segundos dejaron juntos Santiago del Estero para estudiar, primero en Córdoba, y después en la ciudad de Buenos Aires. Las dos parejas tienen noviazgos largos e inclusive conviven desde hace múltiples años, mas decidieron formalizar su amor el catorce de febrero, Día de San Valentín. Y ni los unos ni los otros lo hacen en el escenario tradicional del registro civil, sino más bien en una biblioteca vanguardista del distrito porteño de Villa Rizado.
Es que el programa «Matrimonios en Lugares Simbólicos» ya se ha afianzado como una alternativa entre las parejas que desean casarse en la Urbe de la ciudad de Buenos Aires y que procuran una locación diferente para su celebración. Desde diciembre de dos mil dieciseis, cuando 12 parejas dieron el sí en el Teatro Colón inaugurando esta modalidad, ya suman más de doscientos las bodas que se efectuaron en jardines, museos y espacios culturales que son parte de la identidad porteña.
«El matrimonio es un proyecto de vida en común que las parejas escogen anotar en el Registro Civil para posteriormente hacer una fiesta en un salon eventos corporativos. Para nosotros es un orgullo haber compartido con doscientos parejas y sus seres queridos estos espacios públicos de la Urbe a fin de que lo festejen y gocen», afirmó a Clarín el subsecretario de Gobierno porteño, Gustavo Gesualdo. Hasta el momento son 13 los lugares libres, mas la mayor parte escogieron el Rosedal, la Usina del Arte y la rotonda de Barrancas de Belgrano para su liturgia de casamiento.
Para el Día de los Enamorados se habilitará otro de esos lugares especiales: la Casa de la Lectura, una biblioteca espaciosa, lumínica y moderna, en Lavalleja novecientos veinticuatro, en el distrito de Villa Rizado, que fue remodelada últimamente y donde Constanza Possa Match y Pablo Retondo, desde las once, y Eduardo Obregón y Yuliana Rosaly Arias Ripalda, 2 horas después, contraerán matrimonio civil. En el tercer mes del año o bien abril se incorporarán el Museo Quinquela Martín, en el distrito de La Boca, y el castillo de estilo medieval del Club Gimnasia y Esgrima (GEBA), en Figueroa Alcorta al cinco mil quinientos, en Palermo.
Asimismo hay conversaciones para sumar otros 3 o bien 4 distintivos ligados al planeta deportivo con mayores adeptos en la Urbe, como el futbol y el vehículo , y asimismo ciertos bares y un salon de fiestas notables . Cuando la tendencia es conseguir casamientos singulares, con localizaciones menos tradicionales que el registro civil, el gobierno porteño «busca aproximar esta clase de bodas a sus ciudadanos», mantienen desde el Ministerio de Gobierno que lleva adelante la iniciativa a través del Registro Civil y Capacidad de las Personas.
Aparte de los tradicionales del Rosedal, la Usina del Arte y la rotonda de Barrancas, los casamientos singulares que tienen un costo de seis mil ochocientos pesos se pueden hacer en el Jardín Nipón, los museos Enrique Larreta, Eduardo Sívori, Fernández Blanco, la Chacra de los Antídotos, el Centro Cultural Marcó del Pont, el Espacio Cultural del Sur, el Teatro veinticinco de mayo, la Biblioteca Ricardo Güiraldes y el Distrito Chino. La Bombonera asimismo, mas fue el escenario excepcional para el cierre marital del dos mil diecisiete.
Ahora, para festejar el Día de San Valentín, se escogieron la Casa de la Lectura, de Villa Rizado, y el Jardín Nipón, donde se casarán 5 parejas en cada uno de ellos. «Veíamos de casarnos el catorce de febrero y cuando fuimos a sacar el turno justo había uno. Nosotros pensamos en el Registro Civil, mas nos ofrecieron la posibilidad de la Casa de la Lectura y afirmamos ¿Por qué razón no algo diferente? Será una liturgia linda que quedará en el recuerdo «, confía Eduardo Obregón, que trabaja como asistente de cocina del restaurant» Plaza San Telmo «.
Eduardo (veintinueve) y Yuliana (veintisiete), ama de su casa, hace diez años que están de novio y conviven hace 6 o bien 7. Tienen 3 hijos pequeños y ahora piensan en casarse para «hacer más sólida la relación», asegura el futuro marido. Asimismo Constanza y Pablo, los dos de treinta y tres, viven juntos desde hace múltiples años y la idea de casarse por civil es conseguir una formalidad mayor en la relación, conforme cuenta .
Mas en contraste a la otra pareja, Constanza y Pablo no escogieron la data del catorce de febrero a fin de que coincida con el Día de los Enamorados sino más bien por una cuestión laboral del novio que es médico. Lo que sí procuraron es un sitio simbólico para la ceremonia: «Me agradaba el Rosedal o bien la rotonda de Barrancas, mas no había turno. Entonces nos llamaron y nos afirmaron que estaban inaugurando este sitio. Como no nos casamos por iglesia, nos dio la sensación de que iba a darle un toque singular. Somos atípicos, a absolutamente nadie le va a asombrar que nos casemos en una biblioteca», mantiene la futura letrada.